Científicos australianos han desarrollado estentrodo, un dispositivo mezcla de estent y electrodo del tamaño de un cerillo, el cual, implantado mediante catéter en los conductos sanguíneos cercanos a la corteza motora, captará las señales cerebrales de los pacientes tetrapléjicos mediante electrodos externos para ser decodificadas por un ordenador que, a su vez, las transmitirá de forma inalámbrica a través de la piel a un exoesqueleto robótico a fin de permitirles moverse.
Esta creación producto de investigación biónica ha sido desarrollada conjuntamente por la Universidad de Melbourne, el Hospital Real de Melbourne y el Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental, en Australia, y será implantada a un grupo de pacientes tetrapléjicos a finales de 2017, aunque se espera que también pueda ayudar a personas con Parkinson, enfermedades neuromotoras, desórdenes obsesivos y depresión.
Los desarrolladores de estentrodo aseguran que el aparato puede implantarse sin efectuar una gran operación, asimismo, su creador, el neurólogo australiano Tom Oxley, espera que también ayude a predecir y enfrentar ataques epilépticos.
La técnica, que ha sido publicada en la revista científica Nature Biotechnology, ya fue probada en animales y de tener éxito en la primera prueba con seres humanos se comercializará en los siguientes años.