Una de las ideas más arraigadas entre las personas sobre las clínicas y hospitales, es que éstos son lugares tristes y negativos. Pero no siempre tiene que ser así, pues si te encuentras al frente de un consultorio, tú puedes hacer la diferencia al crear un espacio saludable en donde tus pacientes puedan estar tranquilos.
Dicho lo anterior, es importante que el médico emprendedor considere algunas de las principales perspectivas que pueden ocasionar afectaciones a su empresa de salud, ocasionando que ésta se vuelva “tóxica” y aleje a los pacientes.
Ambiente nocivo
- Los rumores, los chismes, la falta de trabajo en equipo y de unión son factores que pueden ocasionar que tu espacio laboral se convierta en un lugar poco apto para trabajar con optimismo. A nadie le gusta trabajar con gente tóxica, así que busca una solución con al cual tus compañeros puedan relacionarse, interactuar y relacionarse.
Ser un médico emprendedor pasivo
- El mero hecho de abrir un establecimiento de salud dota de numerosas responsabilidades al médico, pero si éste no asume un rol activo en la promoción de medidas para actuar ante las crisis, será muy difícil que su consultorio sobrevida por mucho tiempo.
Falta de liderazgo
- Las personas que trabajan en un consultorio o en cualquier institución de salud les interesa saber que su trabajo es importante y que con él pueden hacer la diferencia para ofrecer un trabajo de calidad a los pacientes.