Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), asociaron por primera vez los síntomas del Trastorno Obsesivo-Compulsivo leves, con alteraciones en la anatomía cerebral.
Los resultados publicados recientemente en la revista Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, dieron a conocer una novedosa perspectiva en el proceso de planificación estratégica en materia de prevención para los trastornos de salud mental a largo plazo.
Enfermedades mentales en México
Datos de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), indican que el 30 por ciento de la población mexicana sufre algún padecimiento mental en algún momento de su vida, pero sólo el 6.4 por ciento recibe atención médica, ya sea por desinterés o porque nunca recibieron un diagnóstico adecuado, pero también, por la falta de personal especializado, pues hasta el 2016 solo había 4 mil 396 psiquiatras en todo México, es decir, 3.7 especialistas por cada 100 mil habitantes.
De acuerdo con los investigadores españoles, la infancia es una etapa demasiado sensible para el desarrollo de los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo.
Es relativamente normal que los niños y niñas necesiten tocar todas y cada una de las barras de una verja, quieran guardar sus zapatos de una manera determinada o no puedan evitar repetir en voz alta los números de las matrículas de los coches.
Para la realización del estudio, los investigadores analizaron a 255 niños y niñas de entre 8 y 12 años de edad, sanos y sin diagnóstico de algún problema de salud mental. Los participantes respondieron un cuestionario sobre la presencia de síntomas leves obsesivo-compulsivos.
Los menores reflejaron una variable en ciertos factores siendo los más frecuentes las conductas de comprobación, orden y simetría, o una acumulación innecesaria de objetos, y la frecuencia de pensamientos negativos y perturbadores”, dijo Carles Soriano-Mas, autor principal.
El experto menciona en el artículo que los resultados sugieren que algunos trastornos mentales pueden ser considerados como una manifestación llevada al extremo de determinadas características presentes de forma relativamente frecuente entre la población sana.
Las conclusiones obtenidas también permiten empezar a plantear estrategias de prevención para los trastornos de salud mental.
Puedes consultar el artículo completo en Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry.