Seguramente ya habrás escuchado la palabra branding en muchas ocasiones, sobre todo tú que res médico emprendedor y buscas establecer un consultorio médico o clínica exitosa, sin embargo, cabe recordar que éste, sencillamente, es un anglicismo empleado en mercadotecnia para hacer referencia al proceso de construir una marca.
Si bien es cierto que tu consultorio no es precisamente una empresa común y corriente, lo cierto es que en asuntos administrativos y de marketing te conviene tratarlo como tal, a fin de poder encontrar un espacio en el mercado y conservarte vigente dentro de él, por ello, aunque no seas especialista en el tema, te conviene conocer los errores que debes evitar para lograr un buen branding, toma nota:
Dejar de definir directrices de marca
Para crear la identidad de marca, sea ésta médica o no, necesitas establecer guías, de modo que debes incluir, entre otros elementos: logotipo, colores de marca, frases comerciales, tipografía, imágenes, portavoces y voz, si es que vas a transmitir mensajes audiovisuales o radiofónicos institucionales. Omitir este paso restará peso a tu branding, ¡recuerdalo!
Complicar la marca
Al iniciar el desarrollo de tu marca puedes verte tentado a integrar más variables de las que necesitas, por ejemplo, en el logo del consultorio médico, sumando cantidad de colores o tipografías que sólo lo compliquen, sin embargo, deberás enfocarte en lo que necesitas; piensa que elementos simples y limpios hace más probable que éstos sean reconocidos y recordados por tus pacientes.
Diluir el poder de tu marca
Es probable que transcurrido cierto tiempo, con el ánimo de innovar, modifiques los colores o el logo del consultorio médico, sin embargo, hay que tener cuidado con eliminar o sumar elementos, ya que, al hacerlo, puedes estar introduciendo inconscientemente una nueva imagen de marca.
Olvidarte de monitorear la marca
¿Te gustaría que tu competencia usar un logo similar al tuyo o reprodujera tus contenidos de internet mostrándolos como suyos? ¡Claro que no! Evita que esto suceda, vigila quiénes, cómo y dónde están usando tu marca y, si es necesario, recurre a instancias legales.