Las enfermedades, trastornos y afecciones que dañan considerablemente la salud mental del paciente fueron las responsables de que durante el año 2013 poco más de 300 mil personas perdieran la vida, únicamente entre los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En esa tesitura, datos recopilados por los especialistas de la plataforma digital Statista, quienes retomaron la información presentada por la OCDE, identificaron que solo en los Estados Unidos más de 156 mil personas murieron en 365 días por causas atribuibles a las enfermedades mentales.
Una cifra que, necesariamente, invita a la reflexión por cuánto a la importancia de impulsar medidas efectivas de medicina preventiva para evitar que se sigan registrando este tipo de sucesos trágicos.
¿La religión es un mecanismo efectivo de prevención?
Con esto en mente y tomando como base la información depositada en un articulo publicado por la cadena de noticias del periódico ABC, la London School of Economics (LSE), una de las instituciones académicas más importantes que existen en el Reino Unido, realizaron un trabajo de investigación que reveló una serie de beneficios de la religión en el cuidado y preservación de la salud mental en el paciente.
En esa tesitura, el doctor Mauricio Avendaño, médico epidemiólogo de la LSE y uno de los principales responsables del trabajo de investigación exhibido en el American Journal of Epidemiology, detalló que el estudio se concentró en la evaluación de nueve mil europeos, de 50 años en adelante, durante un período de cuatro años con la intención de valorar el impacto de la religión en su salud psiquiátrica. Los resultados dieron mucho de qué hablar:
La actividad religiosa, como ir a una iglesia, mezquita o sinagoga con regularidad, es la única medida fiable del bienestar mental sostenida entre los factores estudiados. La iglesia parece desempeñar un papel social muy importante para mantener a raya la depresión y también como un mecanismo de supervivencia durante los períodos de la enfermedaden la edad adulta.
Por otro lado, el estudio dio a conocer que la afiliación a algún partido o institución política resultó ser uno de los factores detonantes de los trastornos mentales en el paciente.
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