Son varios los tratamientos que se recomiendan cuando un paciente sufre de epilepsia, desde fármacos y estimulación hasta tratamiento quirúrgico, lamentablemente no en todos los casos resultan eficaces estas opciones. Sin embargo, un reciente estudio encontró que un plan nutricional estrictamente controlado podría ayudar a combatir las convulsiones.
La terapia, llamada dieta cetogénica -la cual ofrece una alimentación rica en grasas y baja en carbohidratos- hace que el cuerpo queme grasa en lugar de carbohidratos como combustible, situación que cambia la forma en que las células del cerebro utilizan la energía, y ayuda a reducir las convulsiones.
Se calcula que la epilepsia afecta a aproximadamente 50 millones de personas alrededor del mundo y cerca de un 80 por ciento de esta cifra viven en países de bajos y medianos ingresos, haciendo imposible el costear un tratamiento a largo plazo.
Lo que llevó al Dr. David Clarke del Centro Médico Pediátrico Dell en Texas a tratar de encontrar otro remedio menos costoso para estos pacientes. En su estudio que incluyó a 210 niños y adolescentes resistentes a los medicamentos comparó a la dieta cetogénica con otras varias opciones de tratamiento, incluyendo la cirugía y un procedimiento llamado estimulación del nervio vago. Encontrando que más o menos dos tercios de los niños controlaron con éxito sus convulsiones.
Aunque la terapia médica es el pilar del tratamiento, la terapia de la dieta cetogénica puede ser una opción muy efectiva, afirmó James Wheless, vocero de la Sociedad Americana de la Epilepsia (American Epilepsy Society).
La evidencia científica de la dieta demostró la siguiente efectividad tras un mes de seguimiento: el 70 por ciento de los niños que inició la dieta cetogénica experimentó una reducción en la cantidad de convulsiones mayor al 50 por ciento, mientras que -dentro de ese grupo- casi 4 de cada 10 (37 por ciento) lograron una disminución superior al 90 por ciento. El único efecto negativo que han registrado es el estreñimiento.