Con el apoyo de taxistas y comerciantes, médicos y personal de salud del Hospital General de Acapulco (HGA), establecieron un bloqueo que de manera intermitente cortó la comunicación vehicular sobre la avenida Ruiz Cortines, una de las principales vialidades que se desprenden de la carrera federal México- Acapulco. La razón: la negativa para abandonar el sanatorio que será suspendido para brindar el servicio de asistencia médica.
Con esto en mente y de acuerdo con la información depositada en un artículo publicado por la cadena de noticias del periódico El Sol de Acapulco, la acción colectiva del personal se llevó a cabo con la intención de funcionar como un medio de protesta para exigir a las autoridades estatales que no se cierre el nosocomio, ya que es el único espacio donde miles de pacientes de escasos recursos y afiliados al seguro popular tienen acceso a la salud.
Nuevo Hospital de “El Quemado” está demasiado retirado para la población
En esa tesitura, el médico ortopedista y cirujano de columna, Javier Flores Juárez, detalló que no se trata de un capricho de los profesionales de la salud en esta región del municipio, sino que, por el contrario, el actual Hospital General de Acapulco tiene una posición privilegiada en la ciudad. Un aspecto benéfico para la consulta médica y el tratamiento en la región.
Me pronuncio en contra del cierre del hospital ubicado en Ruiz Cortines, toda vez que a muchos pacientes se les dificultaría acudir a su consulta o tratamiento hasta la zona de El Quemado, y sería más difícil ayudarles a mejorar su salud […] este hospital ha aguantado sismos, terremotos y muchos fenómenos naturales, no nos oponemos a que se abra el otro hospital, nos oponemos a que cierren este, tenemos más de 40 años funcionando, el gobierno lo quiere dejar caer, mañosamente este hospital no lo han remodelado, para decir que no funciona, pero su ubicación es idónea, estratégica.
“No dejen de acudir a su consulta”, administrativos del actual HG de Acapulco.
Por su parte, en representación del área administrativa del nosocomio, Guillermo Ramírez Solís, pidió a los medios de comunicación que se informe a la ciudadanía que no deje de asistir a su consulta en dicho hospital, dado que los médicos y enfermeras continuarán trabajando ahí.
El personal de salud no permitirán el cambio a la zona de El Quemado, porque es un área con alto índices de inseguridad y nadie les garantiza su bienestar. A la protesta de unieron más de 15 vendedores ambulantes que expenden comida y fruta a las afueras del hospital, quienes señalaron que si el nosocomio es cerrado su fuente de trabajo terminaría y es con sus ventas como mantienen a sus familias, por ello hicieron un llamado al gobierno del estado para que mantenga en funcionamiento esa área.
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