Para que un tratamiento sea efectivo, es indispensable que la comunicación médico-paciente sea sólida y basada en la confianza. Sin importar que esta relación tenga una duración corta o duradera, la forma en que el médico se comunica con sus pacientes, tanto verbal como físicamente, puede influir en el comportamiento de las personas en el consultorio.
Incluso, algunos expertos en teorías de la comunicación han propuesto tres tipos de relación que los profesionales de la salud suelen usar cuando se encuentran con sus pacientes, clasificándolas como se muestra a continuación.
Fraternidad médica
- Esta clasificación se refiere cuando el médico y el paciente desean solucionar la enfermedad en cuestión, pero sin llegar a desarrollar un vínculo personal.
Amistad médica
- Ocurre cuando el vínculo es más fuerte y se distingue cuando el paciente se siente en absoluta confianza con el médico. La relación atraviesa la esfera profesional y entran en juego sentimientos y emociones, es decir, se trata de un vínculo profesional pero también afectivo.
Relación de transferencia-contratransferencia
- Tiene su origen cuando el paciente logra compenetrarse con su médico proyectando en él sentimientos, vivencias y otra clase de sentimientos que ayudan a afianzar la relación.
Recuerda que el respeto y la confianza son factores importantes para lograr que el paciente tome el control de su padecimiento y lo lleve a buen puerto.