Las apps de voz no son en realidad tan futuristas como la mayoría de los médicos con los que hemos platicado piensan. De hecho, cada día son más cómodas de usar para tareas sencillas como poner tu música favorita en casa o crear listas de artículos para el hogar y comprarlas ahí mismo o ser enviadas a tu smartphone como listas de supermercado.
Pero, ¿está lista la industria médica?
El uso masivo de este tipo de hardware ha desatado la curiosidad de los desarrolladores de software y, a decir verdad, esta plataforma de desarrollo ofrece aún un vasto campo por explorar.
Resulta fácil pensar que una interfaz por voz humana es una manera más natural de interactuar con un software o hardware, a final de cuentas sólo es necesario dar órdenes y listo. Todos siempre hemos imaginado ese clásico capítulo de película de ciencia ficción en el que puedes preguntarle a una computadora lo que quieras y simplemente esperar la mejor respuesta de vuelta o incluso entablar conversaciones fluidas.
Este mes se llevó a cabo el Connected Health Conference en Boston; ahí varios desarrolladores compartieron sus expectativas respecto a la creación de aplicaciones para la salud basadas en la voz humana.
En este sentido, son varias las empresas y star-ups que se encuentran utilizando la tecnología de reconocimiento de voz para desarrollar nuevas herramientas que ayuden a los médicos y/o al cuidado de la salud en general.
Si bien la mayoría de estas empresas están dirigiendo sus esfuerzos hacia el paciente y la prevención; existen algunas que buscan que los médicos sean los protagonistas del futuro de las apps controladas por voz.
Algunas de los aplicaciones más comunes en el consultorio son los recordatorios para el médico, dudas médicas o la recolección de datos en general. Sin embargo, aún quedan muchas mejoras por hacer para que el software vaya comprendiendo el lenguaje coloquial, así como el argot médico.
Otra de las grandes ventajas que este tipo de tecnología ofrece en el campo médico es que incluso los médicos de mayor edad, quienes generalmente cuentan con una menor adopción tecnológica, han encontrado en estos dispositivos una puerta de entrada a la tecnología. De hecho, que un aparato no tenga botones ni pantallas complejas ha sido un gran alivio para este segmento de médicos ante la “presión social” por no quedarse rezagados.
También es importante reconocer que, pese a la incredulidad general (en este momento) de la industria de la salud en esta tecnología, el futuro de su uso es bastante prometedor. No se trata de una tecnología estancada ni poco explorada, sino posiblemente todo lo contrario.
Personalmente pienso que lo interesante de esta tecnología es la integración con otras apps que complementan su uso como la gestión de citas (agenda), dudas de interacciones medicamentosas, consulta de catálogo CIE 10, etc.
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