Fue en el 2015 cuando el enfermero alemán Niels Högel, de 40 años de edad, fue sentenciado a cadena perpetua debido a que se le encontró culpable de la muerte de 6 pacientes; sin embargo, recientes investigaciones han llegado a la conclusión de que en realidad podría ser el culpable de la muerte de un centenar de personas en dos de los hospitales en los que trabajó.
En este caso, de acuerdo con pruebas toxicológicas realizadas por las autoridades alemanas, se cree que Högel les administraba dosis letales de fármacos para el corazón a los pacientes que cuidaba y de esta forma les provocaba la muerte.
Acerca de las muertes, la investigación le atribuye al enfermero la muerte de 62 personas en el hospital de Delmenhorst y de otras 38 en el de Oldenbourg. Pese a lo anterior, las autoridades han declarado que existen 5 casos en los que se tendrán que realizar nuevos análisis porque las pruebas todavía no son contundentes y se requiere de una total seguridad.
En su momento, previo a que condenara con cadena perpetua, el llamado por los medios de comunicación como “el enfermero de la muerte” confesó haber realizado los homicidios de sus pacientes aunque nunca definió la cantidad de asesinatos.
Por su parte, la forma en la que operaba consistía en administrar a los pacientes medicamentos para desencadenar fallos cardíacos y después reanimarlos y así quedar como un héroe, algo que siempre le funcionaba. Los investigadores analizaron las actas de sus pacientes y hasta el momento han exhumado más de 100 cadáveres para rastrear la presencia de estos medicamentos, por lo que se piensa que el número de asesinatos podría aumentar.