A pesar de que para muchas personas la salud mental no suele tener la misma importancia que la física, es una realidad que ambas se encuentran conectadas y al final pueden tener consecuencias en tus pacientes. Dicho de otra forma, los problemas emocionales que por lo regular suelen derivar en ansiedad y depresión, también pueden desencadenar un descontrol a niveles cardiovasculares y metabólicos.
Lo anterior fue afirmado por el cardiólogo Agustín Gutiérrez Zamora, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, quien recomienda que por tal motivo los médicos a cargo deben convertirse en asesores y recomendar al paciente para que acuda con otros especialistas para que reciba una atención multidisciplinaria y la cual debe incluir tanto los dolores físicos como su contraparte emocional.
Un divorcio o muerte de un familiar, en donde no pueden desprenderse de ese tipo de emociones, lo cual se refleja en el sistema cardiovascular o metabólico, pacientes que han perdido un familiar, que no pueden desprenderse del duelo y que esto les lleva a un desajuste cardiovascular.
De igual forma, el especialista mencionó que hace falta una mayor preparación de los médicos para atender problemas relacionados con la parte mental de los pacientes, los cuales, en su mayoría, no se pueden solucionar sólo a través de fármacos sino que requieren tratamientos completos.
Cuando al médico le llegan pacientes con hipertensión o colesterol alto, puede ser relativamente fácil estabilizarlo mediante medicamentos o a través de una dieta especial, pero cuando llegan con problemas personales se requiere de un tratamiento mucho más complejo.