Dentro de la actual batalla contra el cáncer, considerada como una de las enfermedades más peligrosas y mortales del mundo, uno de los tratamientos más modernos y efectivos con los que se cuenta es el denominado Pet-Tac, el cual a través de la tecnología nuclear permite no sólo detectar el cáncer en el paciente sino que también muestra una valoración de la parte del cuerpo en el que se encuentra el tumor y su tamaño, lo cual es de suma importancia porque ayuda a determinar lo que resulta más viable para cada caso.
De manera más específica, Pet-Tac funciona a través de una prueba de diagnóstico por imagen y con una sola exploración permite obtener una imagen funcional o metabólica junto a una estructural. Acerca del punto anterior es importante mencionar que las imágenes obtenidas mediante esta tecnología no es posible ser alcanzadas con las técnicas de diagnóstico convencionales, por lo que gracias a este avance tecnológico se puede ofrecer una asistencia de la más elevada calidad a los pacientes.
De esta forma, la tomografía realizada con este tipo de tecnología utiliza pequeñas cantidades de materiales radioactivos llamados radiosondas, una cámara especial y una computadora, lo que ayuda a evaluar las funciones de los órganos y tejidos. Mediante la identificación a nivel celular de cambios en el cuerpo es posible detectar la aparición temprana del cáncer, incluso antes de que sea evidente con otros otro tipo de pruebas.
En ese mismo sentido, otras ventajas que ofrece esta tecnología es que le aporta al paciente la certeza del lugar en el que se encuentra el tumor, además de que se trata de una prueba poco molesta porque el único procedimiento invasivo que se realiza es el canalizar una vía venosa.