La Universidad de Harvard desarrolló un exosqueleto flexible para asistir el movimiento de los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular.
Como se sabe, esta clase de pacientes retienen un control motor de sus extremidades pero éste se ve limitado, situación que cambiaría radicalmente con el exosqueleto flexible desarrollado por un equipo dirigido por el Dr. Conor Walsh, el cual tiene un peso de 900 gramos y se complementa con una batería que pesa poco más de medio kilo.
Hasta el momento el dispositivo ha sido probado en 9 pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular, con edades entre los 30 y 67 años. El aparato fue probado en una caminadora así como caminando en un espacio abierto.
Los pacientes pudieron caminar con un incremento aproximado de un 10 por ciento de eficiencia y con un incremento en el 20 por ciento en la simetría al momento de dar los pasos.
El exosqueleto ya fue patentado por la empresa Rewalk Robotics con la finalidad de comercializarlo. Por su parte el investigador encargado de su creación mencionó que en futuras versiones el dispositivo será más ligero y compacto para que pueda ser puesto bajo la ropa, para un uso discreto.
en futuras versiones, el dispositivo será más ligero y compacto para que pueda ser puesto bajo la ropa, para un uso discreto.