¿Llegas a tu consultorio, pasa medio día y por la puerta no ha entrado ningún paciente? ¿Qué estas haciendo mal?
No te pases el día mirando cómo tu agenda permanece vacía y mejor averigua qué podrías estar haciendo mal:
- No tener empatía con tus pacientes: Tus pacientes quieren ser escuchados, pero también desean exponer sus dudas y comentarios con libertad. Ignorar al paciente es un insulto a su inteligencia y a su tiempo. Ante esta situación, las posibilidades de que regresen a tu consultorio serán mínimas.
- Has perdido credibilidad. La preparación y la actualización permanente son claves para que tus pacientes sigan creyendo en ti. Si se presentan en tu consultorio y vacilas o te muestras dudoso ante sus dudas, ellos pensarán que les estás tomando el pelo o que no los tomas muy enserio. Recuerda que los pacientes no son tontos y menos ahora con el auge de las nuevas tecnologías digitales en las cuales se puede conseguir información de salud y de cualquier otro tema con sólo dar un clic.
- No llegar a tiempo a tu consultorio. Y además, realizar la consulta tan rápido cual bólido de la fórmula 1. Respeta el tiempo de tus pacientes. Si la consulta está pactada a la 1 de la tarde, esfuérzate por llegar a tiempo o haz todo lo posible para no alargar la espera de tu paciente.
- Falta de profesionalismo. No pierdas de vista que tu paciente también es una persona que merece toda tu atención. Recuerda siempre tratar a tu paciente con respeto, confianza, cordialidad y gran profesionalismo.
- Tu lugar de trabajo parece todo menos un consultorio médico. Imagina estar en un consultorio incómodo, mal acondicionado, con poca higiene y que en general ofrece mala pinta. Más vale que inviertas más en tu consultorio, de lo contrario seguirás ahuyentando a los pacientes.
- No estar disponible para tus pacientes fuera de los horarios de consulta. Para la enfermedad no hay hora ni día establecidos. Un buen profesional siempre hará lo posible para hacer un espacio en caso de que un paciente requiera de sus servicios, aunque sea fuera de los horarios de consulta. Este gesto hablar mejor de ti y le dará más prestigio a tu consultorio.
- Cancelar la cita de tu pacientes una y otra vez. Si piensas que tu tiempo es más valioso que el del paciente, estás en un error. Si cancelas la cita de tus clientes demasiadas veces, quiere decir que no estás gestionando de manera adecuada tu agenda. Organízate y haz que tus pacientes hablen bien de ti.
Haz caso a los anteriores comentarios y trabaja duro para satisfacer las necesidades de tus pacientes.