Investigadores de varios países del mundo han dado a conocer que una nueva cepa de malaria podría desatar una gran preocupación sanitaria.
Se trata del plasmodium falciparum, un parásito que puede causar la enfermedad en humanos y que ha mostrado indicios de resistencia a la artemisinina, el principal medicamento empleado para tratar esta enfermedad.
Arjen Dondorp, investigador del departamento de Medicina Tropical de la Universidad de Oxford, informó que se han detectado casos de resistencia al tratamiento en Camboya, Laos, Tailandia, Vietnam y Myanmar.
Lo que más nos preocupa es que a lo largo de la frontera entre Camboya y Tailandia, el parásito se ha vuelto extremadamente resistente a casi todos los tratamientos, por lo que tememos que la cepa se extienda a África.
De acuerdo con la revista The Lancet Infectious Diseases, los investigadores han observado un incremento de la resistencia a los tratamientos, por lo que han hecho un llamado a hacer frente urgentemente a este problema de salud pública.
En 2016, la OMS declaró libre de malaria a la Unión Europea. Pero cada año se diagnostican en España entre 400 y 600 casos procedentes de turistas que han viajado a zonas de riesgo sin la protección adecuada o de ciudadanos de las áreas endémicas.