De manera tradicional, en los centros médicos se suelen emplear rastrillos para rasurar partes del cuerpo del paciente antes de realizar alguna operación, situación que aunque se piensa es higiénica, en realidad es todo lo contrario porque puede propiciar la aparición de infecciones y perjudicar en la salud de las personas.
Al respecto, el Dr. William Jarvis, presidente de la empresa estadounidense Jason and Jarvis Associates, explicó el motivo de este error bastante frecuente en los hospitales.
Muchos de los pacientes que entran a un quirófano en un hospital son rasurados en ese momento por temas de higiene, pero el problema es que el pelo que cae en ese mismo cuarto se convierte en un foco de infección para cualquiera que lo utilice.
De igual forma, Jarvis añadió que el uso de rastrillos es dañino para la piel de los pacientes, por lo que no es recomendable emplearlos y lo ideal es utilizar técnicas que no impliquen un contacto directo, como las tijeras que usualmente empleaban los médicos en el pasado.
Para mí lo ideal es regresar a lo que se practicaba anteriormente, es decir, las tijeras porque cortar el vello es mejor que rasurarlo porque así no afectas la piel de los pacientes y no generas un foco de infección dentro del quirófano. A su vez, también existe un aparato de reciente creación que permite cortar el vello corporal y aspirarlo al mismo tiempo.
Por último, el experto hizo un llamado a los galenos a mantenerse actualizados en cuando a prácticas sanitarias dentro de los hospitales para ayudar a disminuir las infecciones intrahospitalarias.