Este 7 de septiembre, en la ciudad de Pekin, al noroeste de China, se registró uno de los sucesos más deleznables en contra de la mujer de los últimos años. Un hecho que terminó con el suicidio de una paciente embarazada quien a pesar del dolor crónico que sufría y la recomendación de médicos y personal de salud para practicar la cesárea, fue obligada por su esposo y familiares a dar a luz a través del parto natural.
¿Por qué pesó más la opinión del esposo y la familia que de la paciente embarazada?
China es una de las sociedades más peligrosas para ser mujer que hay en el mundo al ocupar el lugar 91 de 144 países con mayor violencia contra la mujer, de acuerdo con el Índice Global de Brecha de Género 2015, un instrumento que mide diferentes valoraciones entre: política, educación, oportunidades de crecimiento, acceso a la salud, entre otros, elaborado por los especialistas del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Los 10 peores países para ser mujer:
Sobre esta línea argumentativa, las 10 naciones donde ser mujer es motivo de discriminación, violencia y prevalencia de la decisión de agentes externos como el marido y la familia (tal y como ocurrió en el caso del suicidio de Pekín) son los siguientes:
10. Egipto
- 46 millones 191 mil mujeres en esta región del mundo, el 48.27 por ciento de la población de Egipto está en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
9. Mali
- Ocho millones 976 mil mujeres, que representan el 49.88 por ciento de la población en Mali, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
8. Líbano
- Dos millones 983 mil mujeres, que representan el 49.66 por ciento de la población en Líbano, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
7. Marruecos
- 17 millones 597 mil mujeres, que representan el 49.88 por ciento de la población de Marruecos, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
6. Jordán
- Tres millones 732 mil mujeres, que representan el 40 por ciento de la población en Jordán, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
5. República de Irán
- 39 millones 754 mil mujeres, que representan el 46 por ciento de la población en la República de Irán, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
4. Chad
- Siste millones 238 mil mujeres, que representan el 50.08 por ciento de la población de Chad, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
3. Siria
- Nueve millones 176 mil mujeres, que representan el 49.79 por ciento de la población de Siria, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
2. Pakistán
- 93 millones 774 mil mujeres, que representan el 48.54 por ciento de la población de Pakistán, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
1. Yemen
- 13 millones 601 mil mujeres, que representan el 49.31 por ciento de la población de Yemen, se encuentran en riesgo de sufrir violencia de género (Banco Mundial, 2016).
Lo ocurrido en Pekín no es un caso aislado, es una realidad que se hizo fuerte por las redes sociales
Con esto en mente y tomando como referencia la información contenida en un artículo publicado por la agencia de noticias EFE, los exámenes médicos realizados tras el ingreso de la paciente hace una semana al Hospital demostraron que la cabeza del bebé era más grande de lo habitual. Un motivo determinante para que se tomara con mayor vehemencia el argumento para llevara a cabo la cesárea para salvaguardar la integridad física de la paciente y el bebé. Pero, no fue así.
El centro médico aseguró en un comunicado, citado por el medio oficial China Radio International (CRI), que Ma Rongrong, de 26 años, falleció anoche tras precipitarse desde un quinto piso del hospital de Yulin, en la provincia de Shaanxi, debido a los fuertes dolores que sufría. Según el hospital, la familia de Ma rechazó la cesárea e insistió en un parto natural.
¿Qué puede orillar a terminar con la vida de un paciente? El dolor por un lado juega un papel medular en el análisis y, por el otro, la familia (y sus vicios) son de igual manera determinantes.
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