Médicos, expertos y especialistas de diferentes partes del mundo se encuentran investigando las razones que provocaron el deceso de Sofia Zago, una paciente pediátrica de cuatro años de edad, quien el pasado domingo 3 de septiembre perdió la vida a causa de la malaria que al parecer fue contraída en Italia. Un suceso que, de comprobarse, sería uno que no se había presentado en los últimos 20 años en esta región del continente europeo.
El espectro de la malaria a nivel mundial
La malaria es una enfermedad infecciosa que en el año 2015 fue la responsable de la muerte de poco más de 438 mil personas a nivel mundial. Una estadística que colocó a la infección como la cuarta enfermedad de transmisión con el mayor número de decesos atribuibles, de acuerdo con las evaluaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así, como se puede ver, detrás de enfermedades como la tuberculosis, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y la hepatitis C, la malaria es una de las condiciones patológicas transmitibles con mayor incidencia en todo el planeta.
El caso inédito de “la bota” italiana
En este contexto, la titular del Ministerio de Salud (MSI) en Italia, Beatrice Lorenzin, reconoció la magnitud del suceso que además de cobrar la vida de una menor de edad, con todo lo que ello implica a nivel familiar (metas, sueños y expectativas), vislumbra la posibilidad de que en el territorio italiano se desarrollen las condiciones mínimas para que se pueda contraer un caso similar al de la menor Sofía Zago.
La paciente pudo haber contraído la malaria en el hospital de Trento, ciudad del norte del país donde Sofía fue tratada antes de ser transportada a un centro especializado en de este tipo de enfermedades, cuando el cuadro sintomático reveló la malaria en su sistema. Hemos enviado inmediatamente expertos tanto por lo que afecta a la enfermedad como en relación a su transmisión por mosquitos.
De acuerdo con los medios locales, la menor fue tratada en el Hospital de Trento donde también se encontraban hospitalizados dos menores de una familia procedente de Burkina Faso, que habían sido sometidos a tratamiento por malaria. Aunque, los responsables de dicho centro de salud aseguraron que “durante la instancia de Sofía, los pacientes se mantuvieron alejados; en habitaciones diferentes”.
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