Durante muchos años se han elaborado estudios para determinar el comportamiento de enfermedades como el cáncer, muchos de estos se quedan en pruebas preclínicas. Sin embargo, en el laboratorio de Hans Clevers, director del Instituto Hubrecht, se detectó un tipo de células madre que permitirían la reproducción de los órganos en una proporción miniatura, que permiten el estudio del comportamiento del órgano original.
El desarrollo consiste en la nutrición adecuada de las células madre, que hiciera posible la reproducción del órgano en tercera dimensión, lo cual fue probado con el estómago, páncreas, el cerebro y el hígado. Además, los miniórganos ofrecen la posibilidad de detectar el comportamiento del organismo con respecto al uso de los fármacos.
Claves de la aplicación de los miniórganos
Durante los primeros estudios se encontró a una molécula clave que permitiría la transcripción específica de las células, con esto sería posible la proliferación de las células inmunes. Además de su uso para conocer el comportamiento de enfermedades como el cáncer, esta práctica funcionaría durante el desarrollo embrionario y para la reparación de tejidos.
Desde sus estudios en el 2009, Hans Cleves desarrolló la reproducción del 3D del epitelio intestinal, logrando un pequeño intestino funcionalmente similar al órgano original, pues contiene las células madre del organismo que pretende estudiarse. Además, fue probado con éxito al conocer las condiciones exactas de un paciente de 50 años, quien padecía de fibrosis quística.
Esto representa una gran influencia en la medicina personalizada y el científico sugiere que los miniórganos sean implementados en los tratamientos contra el cáncer.