El síndrome de apnea/hipopnea obstructiva del sueño (SAHOS) es una entidad que se presenta de manera frecuente y que tienen una prevalencia en adultos de edad media aproximada del 2% en mujeres y el 4% en hombres y tiende a aumentar1.
El diagnostico se da cuando, a partir de una sospecha clínica derivada de síntomas como somnolencia diurna excesiva, sueño no reparador, ronquidos y otros, se demuestra, a través de un polisomnograma, un índice de apnea/hipopnea mayor o igual a 5 por hora. Basados en este índice, se pueden clasificar el SAHOS de acuerdo a su severidad.
Está claro en la actualidad que el SAHOS es una entidad cuyas repercusiones no se limitan al aparato respiratorio, sino que afecta a múltiples sistemas, entre los que se encuentra el cardiovascular.
Se ha descrito que la morbimortalidad en pacientes con SAHOS es alta e independiente de los diversos factores de confusión como el tabaquismo, el alcoholismo y la obesidad, entre otros. Algunos estudios han demostrado que los pacientes con SAHOS tienen un mayor riesgo a desarrollar enfermedad cardiovascular, independiente a la edad, índice de masa corporal y presión arterial2. También, se ha logrado demostrar que el tratamiento con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) retrasa dicha morbimortalidad y mejora algunos de los componentes que acompañan al síndrome.
Entre los factores de riesgo modificables encontramos:
Sobrepeso/obesidad. Numerosos estudios han encontrado una asociación significativa entre SAHOS y sobrepeso. Éste, afecta la respiración de muchas formas: cambios en la estructura de la vía aérea superior, cambios en el control central del tono muscular y de la estabilidad del control ventilatorio, disminución en la capacidad residual funcional. El sobrepeso se constituye en uno de los factores de riesgo modificables más importante.
Ingesta de alcohol y depresores del sistema nervioso central. La ingesta de alcohol disminuye la actividad de los músculos dilatadores de faringe y, en consecuencia, aumenta su resistencia tanto en la vigilia como durante el sueño. Después de la ingesta de alcohol se puede observar un aumento en el número y duración de la apnea e hipopnea3.
Tabaquismo. Fumar es un factor de riesgo para ronquido y para SAHOS4. Los fumadores activos tienen un riesgo significativamente mayor para SAHOS que quienes nunca han fumado y, los exfumadores no tienen un aumento del riesgo5.
Morfología craneofacial. Los cambios anatómicos de la estructura craneofacial son cada vez más acentuados en los seres humanos modernos y se presentan por cuestiones como la adquisición de un lenguaje articulado, una dieta más variada, el tamaño de masa cerebral, entre otros. Estos cambios ocasionan que la vía aérea tenga más posibilidades de colapsar y, por lo tanto, aumente la prevalencia de SAHOS6.
Son muchas las enfermedades médicas asociadas al SAHOS:
- Reflujo laringofaringeo y gastroesofágico
- Hipotiroidismo
- Acromegalia
- Acondroplastia
- Enfermedades neuromusculares
- Enfermedades del tejido conectivo
- Hipotonías musculares
Es conveniente resaltar que el número de afectados que padecen SAOHS es mucho mayor del que se conoce. Debido a que muchas personas no consultan, por considerar “normales” los ronquidos, la somnolencia diurna, los micro despertares en la noche. Además, es necesario destacar que existen muchos niños y adolescentes que padecen esta patología. Y, se hace necesario sensibilizar a la población sobre esta enfermedad y las patologías asociadas que conllevan, para evitar riesgos mayores a futuro.
- Material dirigido solo a profesionales de la Salud
- Información realizada para profesionales de la salud en territorio de Centroamérica y El Caribe
- Todo lo publicado en la plataforma es una recomendación, más no una prescripción o indicación médica
MATERIAL EXCLUSIVO PARA USO DE FUERZA DE VENTAS DE RB PARA PROFESIONALES DE LA SALUD. PROHIBIDA SU DISTRIBUCIÓN A PÚBLICO
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Ryan, C.T. Taylor, W.T. McNicholas Selective activation of inflammatory pathways by intermittent hypoxia in obstructive sleep apnea syndrome Circulation., 112 (17) (2005), pp. 2660-2667
- Peker, J. Hedner, J. Norum, H. Kraiczi, J. Carlson Increased incidence of cardiovascular disease in middle-aged men with obstructive sleep apnea: a 7-year follow-up Am J Respir Crit Care ed., 166 (2) (2002), pp. 159-165
- Scanlan MF, Roebuck T, Little PJ. Redman JR, Naughton MT. Effect of moderate alcohol upon obstructive sleep apnea. Eur Respir J. 2000; 16/5): 909-13. Http;//doi.org/dfbm5p.
- Balaguer C, Paloy A, Alonso-Fernández A. Tabaco y transtornos de sueño. Arch Bronconeumol. 2009; 45(9): 449-458. http://doi.org/c44n5x.
- Wetter DW, Young TB, Bidwell TR, Badr MS, Palta M. Smoking as a risk factor for sleep disordered breathing. Arch Intern Med. 1994; 154(19): 2219-24. http://doi.org/frwm5.
- Davidson TM. TheGrear Leap Forward: The anatomics basis foracquisition of speech and obstructive sleep apnea. Sleep Med. 2003; 4(3): 185-94. http://doi.org/cd5fmq.