Una tarjeta de presentación bien elaborada puede servir como una herramienta de branding con la cual tus pacientes u otras personas te pueden recordar fácilmente.
Si estás pensando en rediseñar tus tarjetas o darles un giro más profesional, no dejes de leer estos consejos:
Haz un diseño profesional. Tu tarjeta de presentación debe ser un reflejo de tu marca y de ti como profesional. Se trata de personalizarlas de tal manera que no sean parecidas al resto de las tarjetas de otros profesionales. Sé muy cuidadoso al momento de elegir al diseñador que hará tus tarjetas.
Que sean fáciles de leer. No te pierdas en diseños muy elaborados o demasiado adornados, y con fuentes muy pequeñas o muy pesadas ya que estos factores pueden dificultar la lectura de quien la reciba. Lo mejor es elegir un diseño sencillo pero elegante.
Cuidado con el layout. Una tarjeta de presentación tradicional mide aproximadamente 8 x 5 cm. Por otra parte, si tienes pacientes extranjeros, te recomendamos poner tu información de contacto en inglés por un lado y en español por el otro.
Dile no a los colores demasiado llamativos. El color y diseño de tu logotipo debería ser lo que más sobresalga en tu tarjeta, así que no elijas otros colores demasiado brillantes que puedan distraer la atención de tu logotipo. Es aconsejable que las letras sean de color oscuro como negro, azul marino o un gris oscuro.
No descartes ningún medio de contacto. Al menos debes incluir tu nombre, teléfonos (celular y de consultorio), email. Si sobra un poco de espacio en la tarjeta, añade la dirección y dirección web. Procura que los datos no se vean amontonados pues no se entenderán.
Revisa el texto. Antes de mandarlas a imprimir, revisa muy bien la ortografía y cuida que no existan los famosos errores de dedo. Un error podría causar que tus pacientes u otros clientes juzguen tu profesionalismo.
Mantén actualizados tus datos. Si cambiaste tu correo electrónico, número de celular o cualquier otro dato que aparezca en tus tarjetas, debes imprimir otras para mantener tu información actualizada. No cometas el error de escribir a mano la información actualizada.
Llévalas siempre contigo. Nunca sabes cuándo se puede presentar una buena oportunidad de negocio, así que nunca salgas sin tus tarjetas de presentación. Te recomendamos usar un portatarjetas para que no se maltraten.