Actualmente Estados Unidos atraviesa por una fuerte crisis relacionada con el tráfico de drogas y los elevados índices de consumo de opiáceos, razón por la cual se han iniciado diversos trabajos en torno al tema, los cuales derivaron en un reciente operativo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en el que se logró la captura de un grupo de personas que se hacían pasar por médicos para suministrar y recetar ilegalmente fármacos a pacientes.
Como parte del trabajo del FBI, se realizó un operativo en Los Ángeles, el cual culminó con la detención de 12 personas, las cuales manejaban 7 clínicas falsas y se calcula que durante los últimos 2 años suministraron ilegalmente al menos 2 millones de pastillas de opiáceos, culpables en buena medida de la crisis sanitaria por la que atraviesa el país.
Por su parte, Sandra Brown, fiscal federal interina, comentó la forma en que se desarrollaba este negocio ilegal.
Las órdenes fraudulentas habrían permitido a los participantes en este esquema obtener grandes cantidades de medicamentos con receta que eran revendidos después en la calle. Además de generar ganancias ilícitas, este esquema ha contribuido a la epidemia de drogas que causa tanto daño en todo el país.
A su vez, las autoridades explicaron que los detenidos operaban a través de una red ilegal de clínicas clandestinas que abrían y cerraban de forma esporádica, además de que continuamente cambiaban de domicilio.
De igual forma, la investigación también mostró que las personas ahora detenidas sobornaban a varios médicos e inclusive robaron las identidades de varios galenos que se negaron a participar en su negocio.