Como se sabe, los suplementos alimenticios son elaborados a base de vitaminas y minerales, además se consideran como una fuente de nutrientes con beneficios para la dieta, por lo que se estima que su crecimiento equivale al 7.6 por ciento en su producción en México con una inversión de 470 millones de pesos para el desarrollo de nuevos productos durante el periodo del 2017-2020, según la Asociación Nacional de la Industria de Suplementos Alimenticios (ANAISA).
Aunque el mismo crecimiento de su producción implica ciertos riesgos y uno de estos casos surgió en fechas recientes, cuando se realizó un operativo organizado por la Dirección de Regulación Sanitaria de Aguascalientes y mediante el apoyo de la Policía Federal, en donde se decomisaron por lo menos 130 kilos de productos en polvo y 3 mil tabletas que correspondían a la categoría de suplementos alimenticios, los cuales contenían sustancias prohibidas de alto riesgo y con lo cual evitaron que salieran a la venta.
Ante el decomiso de estas sustancias prohibidas para la salud que ocurrió en Aguascalientes, las autoridades justificaron que las medidas se realizaron debido a que los suplementos alimenticios no contaban con etiquetas en español y tampoco estaban indicados sus ingredientes.
Por lo anterior, las autoridades realizaron su evaluación química, en donde los resultados mostraron la presencia del clorhidrato de yohimbina, sustancia que puede causar infartos y daños al cerebro, por lo que los productos alimenticios, que se encontraron en una bodega de paquetería, incumplían ciertas normas sanitarias y debían decomisarse como medida precautoria para evitar su consumo.