Un Currículum Vitae (CV) bien elaborado puede convertirse en el reflejo fiel de la imagen de un médico hacia una empresa u otra persona. Si se realiza bien, de esto dependerá que el profesional de la salud consiga una mejor oportunidad de trabajo.
Si ya eres un médico experimentado, posiblemente ya cuentas con las suficientes trayectoria para elaborar un buen CV; sin embargo, si eres un profesional de la salud recién egresado, no está de más que aprendas cómo elaborar este documento.
Aprende a venderte al mejor postor
Muchas personas olvidan que al elaborar un CV también están haciendo marketing, pues se trata de un documento que te ayudará a venderte profesionalmente al presentar tu experiencia laboral.
Lo que debes considerar
Antes de empezar a redactar, éstas son los datos que no debes pasar por alto:
- Universidad en la que estudiaste.
- Honores académicos.
- Prácticas y residencias.
- Becas
- Área de especialidad.
- Investigaciones.
- Publicaciones.
- Cantidad de idiomas que dominas, entre otros.
La mayoría de los entrevistadores esperan un CV conciso, así que incluye los datos a partir de tu última experiencia profesional hasta llegar a la más antigua con la finalidad de que el empleador tenga una visión más general de tu quehacer profesional, pero sin que tengan que invertir mucho tiempo en leer tu documento.
Lectura organizada
El CV debe estar estructurado de tal forma que sea sencillo de leer. También es recomendable dar estilo al documento usando letra negrita para títulos y subtítulos.
También cuida que el tipo de letra sea “amable” de leer. Expertos recomiendan usar:
- Arial
- Times New Roman
- Cambria
- Garamond
Cuando decidas el tipo de letra que usarás, aplica ese estilo en todo el documento con algunas excepciones si deseas resaltar algunos apartados o palabras.
Solicita ayuda
Finalmente, cuando hayas terminado, pídele a un amigo, familiar o a un profesional de la salud más experimentado que lean tu CV para que te sugieran cambios.