El bruxismo es la actividad motora oral diurna o nocturna que consiste en el apriete o rechinamiento involuntario, rítmico o espasmódico no funcional de los dientes 1.
El ruido producto del rechinamiento dentario es intenso, en repetidas ocasiones y por largo tiempo, convirtiéndose en una preocupación para los padres. Si no se identifica y trata a tiempo puede traer consecuencias negativas como desgaste de los dientes, enfermedad periodontal, hipertrofia de los músculos masticatorios, temporomandibulares (TTM) que finalmente disminuyen el rendimiento académico del niño y del adolescente 2-3.
El bruxismo es un importante problema de salud público que tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los niños y adolescentes que lo presentan y debe ser conocido por el odontólogo para diagnosticarlo a tiempo, identificar los factores de riesgo, educar a los padres y prevenir sus posibles consecuencias en la salud bucal 4.
Clasificación
Se puede clasificar como bruxismo primario o idiopático, cuando no hay comorbilidades médicas asociadas o causas claras identificables; secundario o iatrogénico, cuando está relacionado a condiciones psicosociales o médicas como los trastornos respiratorios del sueño, condiciones psiquiátricas, problemas neurológicos, y el consumo de drogas o medicamentos 5-6. Bruxismo céntrico o de apretamiento, cuando existe presión sobre los dientes en posición de intercuspidación y está relacionado con la función anormal de los músculos masetero y temporal y bruxismo excéntrico, cuando existe presión fuera del área de oclusión habitual, relacionado a la función anormal de los músculos masetero, temporal y pterigoideos 7. Fernández 4, clasifica al bruxismo como leve, cuando se manifiesta solo algunas noches y no existen evidencias de lesiones en los dientes; moderado, cuando se manifiesta todas las noches y está asociado a un problema psicosocial leve y grave, cuando se manifiesta todas las noches, existe evidencia de lesión en los dientes y está asociado a problemas psicosociales graves.
Etiología
Para muchos investigadores el bruxismo tiene origen multifactorial 8. La etiología del bruxismo puede dividirse en:
- Factores locales: asociados a la presencia de TTM, traumatismos oclusales, maloclusiones, contactos prematuros, presencia de cálculo radicular, reabsorción radicular, perdida prematura de dientes, quistes dentígeros, tensiones musculares y excesos de materiales restauradores 9. También se reporta que en niños pequeños puede deberse a inmadurez del sistema masticatorio neuromuscular 10.
- Factores sistémicos: asociados a deficiencias nutricionales y vitamínicas, parasitosis intestinales, alergias, parálisis cerebral, deficiencias mentales, etc. 11. También se ha asociado a enfermedades sistémicas y del sueño, incluyendo parasomnias y problemas del estado de ánimo 12.
- Factores psicológicos: asociados a trastornos neuroconductuales, problemas familiares, de personalidad, tensiones emocionales, crisis existenciales, estados de depresión, ansiedad, miedo y hostilidad 13.
- Factores ocupacionales: como pruebas escolares y la práctica de deportes competitivos 14.
- Factores fisiopatológicos: relacionados a la química cerebral alterada. El sistema nervioso central se ve estimulado por TTM, maloclusiones, hábitos orales, ansiedad o estrés y corresponde a alteraciones en la neurotransmisión de la dopamina, produciéndose una respuesta periférica de apretamiento y rechinamiento dental 16.
Tratamiento
Debido a que el bruxismo es una actividad parafuncional multifactorial, el tratamiento debe estar enfocado en la identificación de los factores etiológicos y no solo en los signos y síntomas. Se debe iniciar con información y educación a los padres y de allí continuar con técnicas de relajación en el menor. Se recomiendan tres estrategias: a nivel psico-conductual, dental y farmacológico 9.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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