Algunos expertos han mencionado que Estados Unidos atraviesa por un grave déficit de médicos y que este problema será peor cuando supere los 90 mil en el 2020.
Es por esta razón que el gobierno estadounidense necesita con urgencia médicos graduados en universidades extranjeras para trabajar en el país. Si entre tus planes está realizar la residencia en Estados Unidos, tal vez se trate de una de las mejores oportunidades que puedas tener, pero antes, es necesario que sepas qué visas puedes obtener para trabajar como médico.
Opciones de visa
Hay dos opciones para los médicos graduados internacionales (IMG por sus siglas en inglés):
La visa J-1. Es un documento de intercambio y la puedes obtener con un patrocinio a través de la Comisión Educativa sobre Graduados Extranjeros (ECFMG, por sus siglas en inglés). La visa dura el tiempo que necesites realizar la residencia. Una de sus ventajas es que permite a los cónyuges conseguir una visa J-2 para poder trabajar en Estados Unidos, luego de solicitar un permiso de trabajo conocido como EAD.
Otra ventaja de esta visa es que permite el acompañamiento de los hijos solteros menores de 21 años, quienes tienen la posibilidad de estudiar gratuitamente en las escuelas públicas. El lado negativo de la visa J-1 es que el médico no puede permanecer en Estados Unidos al terminar la residencia, a menos que tramite un permiso conocido como waiver que le permita quedarse y trabajar.
Visa H-1B. Se otorga por tres años con la posibilidad de extenderse hasta seis años. Pueden solicitarse más extensiones siempre y cuando el médico esté en proceso de ser patrocinado para una tarjeta de residencia.
Deberás ser paciente, ya que validar tus estudios y obtener todas las licencias para trabajar como médico en Estados Unidos puede llevar algunos años.
Si deseas más información sobre cómo ejercer como médico, te recomendamos consultar nuestro artículo especializado en donde podrás despejar más dudas.