Especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), dieron a conocer que aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón que presentan las mutaciones conocidas como ALK (Anaplastic limphoma kynase) y ROS-1, pueden mantener una esperanza de prolongar 30 meses su vida con terapias blanco moleculares.
Así lo dio a conocer el jefe de oncología de la mencionada institución, Jorge Alatorre, quien explicó que las terapias dirigidas sólo trabajan en blancos moleculares que están asociados con el cáncer, mientras que gran parte de las quimioterapias actúan en todas las células del organismo sin importar que éstas sean normales o cancerosas.
El especialista señaló que la mayoría de los derechohabientes que padecen cáncer desconocen esta terapia, por lo que sólo son sometidos a quimioterapias, las cuales dan una esperanza de vida de nueve meses.
Por desgracia muchos médicos generales no avisan a los pacientes sobre las oportunidades de estos tratamientos. Hace falta más promoción, pues si alguien tiene carcinoma de pulmón y únicamente le ofrecen quimioterapias, esa persona posiblemente tenga una expectativa de vida de nueve meses o menos. En cambio con el tratamiento de blancos moleculares la esperanza de vida se incrementa hasta 30 meses.
El experto aseguró que una gran parte de la población que se atiende en el INER es de bajos recursos provenientes de zonas rurales, quienes estuvieron expuestos al humo de leña por muchos años, sin haber sido fumadores en su mayoría.
El jefe de oncología del INER mencionó que en cuanto al 70 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón que atienden junto con el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), afirmó que existe una esperanza en prolongar su vida, pues la Administración de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos (FDA), dio autorización de que los pacientes recién diagnosticados puedan someterse a la inmunoterapia y la quimioterapia.
Se demostró en un estudio de 123 pacientes, con beneficios en la respuesta y en la sobrevida. Estas terapias son tan fuertes que la FDA decidió aprobarlas.