Hace algunas semanas hablábamos sobre el caso de Julián Ríos Cantú, un joven mexicano de tan sólo 18 años, quien a partir del diagnóstico de cáncer de mama realizado a su madre (quien estuvo al borde de la muerte) decidió ocupar su tiempo en la creación de un método de detección alterno a las mastografías y la autoexploación, el cual pudiera ayudar a todas aquellas mujeres que desarrollan la enfermedad sin estar conscientes de ello.
Como resultado de su trabajo, el estudiante diseñó el proyecto denominado EVA, un brasier que incluye un sofisticado equipo de sensores de inteligencia artificial y los cuales cuentan con una eficacia de 93 por ciento al momento de poder detectar si la usuaria padece cáncer de mama o no, lo cual es bastante superior a la autoexploración que por lo regular ofrece una eficacia del 50 por ciento.
A raíz del buen recibimiento que tuvo su proyecto y las altas expectativas creadas, Julián se preocupó por mejorar su creación y buscar el financiamiento necesario para poder concretar su idea original de comercializarlo y así poder ayudar a salvar vidas.
Estamos terminando el proceso de pruebas y equivalencia médica, por lo que tenemos planeado que en febrero del próximo año salga a la venta este nuevo brasiere con el que buscamos ayudar a prevenir esta enfermedad mortal.
Por otra parte, el joven emprendedor agregó que actualmente también se encuentra desarrollando otros productos afines a la salud y con los que busca contribuir a mejorar la vida de las personas, como un detector de cáncer testicular.