El desarrollo de la tecnología es uno de los procesos más destacados en la Historia de la Humanidad que, en los últimos 10 años han visto un avance espectacular en diferentes sectores del ramos profesional: salud, educación, producción, comercio y telecomunicaciones. Un apoyo que, paradójicamente, podría sustituir el trabajo que desempeña el personal de las diferentes industrias alrededor del mundo.
La paradoja del avance
Sustitución de capital humano
Con esto en mente es indudable que la tecnología ha llegado para sustituir diferentes tareas que, originalmente, representaban un gasto de energía muy importante, esfuerzo y, sobre todo tiempo. Cada una de esas labores se han hecho más ligeras con cada paso del desarrollo científico visible desde nuestros smartphones, hasta las nuevas formas de aprehender el conocimiento.
En este sentido, el investigador, editor y escritor para diferentes publicaciones entre las que destaca The Guardian, Paul Mason reconoció que el desarrollo tecnológico traerá consigo una serie de modificaciones en la estructura de trabajo que conocemos actualmente.
En menos de 30 años entre el 40 y el 50 por ciento de los trabajos desaparecerán y se van a transformar para convertirse en labores automatizadas, sobre todo en el comercio y en trabajos de oficina.
¿Cuántas vacantes desaparecerían?
En este orden de ideas, ¿cuántos administrativos podrían desaparecer del sector salud de México? De acuerdo con José Narro Robles, en declaraciones hechas la semana pasada en Tamaulipas, hay más trabajadores administrativos en la Secretaría de Salud (SSa) que médicos en México.
¿Sería benéfica la actualización? Probablemente se renunciaría a los errores humanos, juicios de valor y “humanización” de los problemas del paciente al llegar a las instalaciones de salud: la angustia, el miedo y el dolor. ¿Se ganaría o se perdería?
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