El secretario de Salud José Narro Robles, fue investido con el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Santiago de Chile como resultado de sus trabajos en defensa a la universidad pública y su impulso a los procesos de integración universitaria en América Latina y el Caribe.
En la ceremonia donde recibió el galardón de manos del rector Juan Manuel Zolezzi Cid, aseguró que no habrá un desarrollo verdadero y mejores niveles de vida mientras prevalezca la muerte infantil, el rezago educativo, la falta de empleo digno y la carencia de los niveles mínimos de bienestar en la población.
Durante su discurso, el titular de Salud destacó que los países de América Latina y el Caribe pueden superar sus diferencias con unidad y colaboración a través de programas que ofrezcan a la sociedad un futuro mejor.
Manifestó que es el momento de cambiar las perspectivas y los enfoques de las políticas adoptadas en el pasado para construir nuevas utopías.
Es hora de pensar en lo más importante que es la gente y no las cosas, ni los bienes materiales. Ninguna política, ningún modelo económico vale la pena si no produce bienestar social, si no facilita la igualdad de oportunidades, si no hace cumplir efectivamente los derechos sociales, si no aminoran las desigualdades y la pobreza. Nada de esto lograremos sin unidad de propósitos.
Durante la ceremonia se refirió a la desvalorización de la política como un problema que aqueja a la sociedad, el cual aleja a los jóvenes y disminuye las posibilidades de alcanzar acuerdos que como consecuencia fomentan la división.
El secretario de Salud dijo que hace falta más congruencia entre pensar, decir y hacer; mayor eficiencia en los resultados que se obtienen; mayor compromiso en el trabajo para los que más requieren.
Recalcó que son necesarios el cambio y la reforma. “Urge cambiar lo que no funciona, lo que enfrenta a los valores establecidos, lo que se constituye en una forma de egoísmo”.
Asimismo, dejó claro que, si bien la educación no resuelve todos los problemas, sin ella no se encuentra solución a ninguno de los que afectan significativamente a la sociedad.
Indicó que la salud está en todo, que es un derecho y un igualador social; es un requisito para el progreso y disfrute de la vida ya que, para cualquier gobierno responsable, salud y educación son las dos grandes pinzas del desarrollo social.
Finalmente, reconoció que las universidades constituyen el mayor instrumento para la construcción de un mejor futuro para nuestras sociedades, debido a que son fundamentales para el desarrollo y reforzamiento de los valores democráticos.
Imagen: Secretaría de Salud.