Hace 700 años la peste negra eliminó a una buena parte de la población de Europa, ahora en pleno siglo XXI y en el Continente Americano 3 personas parecen haber contraído la citada enfermedad, específicamente en Nuevo México, Estados Unidos.
Aunque hoy en día los antibióticos comunes pueden curar esta enfermedad, los registros de contagios y muertes provocadas por la misma continúan agolpándose por todo el mundo. Tan sólo hace un par de años la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró 320 casos, incluyendo 77 muertes. Incluso en países tan desarrollados como Estados Unidos se presentan entre 1 y 17 casos al año.
Ya en 2016 se registraron 4 casos en el estado de Nuevo México. El año anterior, había otros cuatro, incluyendo una muerte. Este año, los tres casos registrados fueron hospitalizados aunque ahora ya están fuera de peligro.
Paul Ettestad, un veterinario de salud pública para el departamento de salud del estado de Nuevo México, dijo que los perros de las praderas son particularmente vulnerables a la peste. Si una colonia entera se pone la enfermedad, la bacteria amplifica.
El mayor contagio a los seres humanos lo hacen los gatos y los perros, quienes pueden contraer pulgas al aire libre, o pueden arrastrar roedores infectados directamente en la casa. Los gatos son más susceptibles a la enfermedad que los perros y también pueden transmitir la infección a los humanos.
Cabe señalar que de los casos registrados en Nuevo México, fueron del tipo bubónica y neumónica. “A veces las personas piensan que pueden aguantarse en casa y que van a mejorar. Lo que ocurre con la peste es que la bacteria puede propagarse en el torrente sanguíneo muy rápidamente y puede abrumar a una persona·, dijo el especialista.
En lugares con escaso acceso a la atención médica, la enfermedad puede ser mortal. El otoño pasado, comenzó un brote en una parte remota de Madagascar que no había tenido la infección desde 1950. De acuerdo con la OMS, más de 60 personas fueron infectadas y 26 murieron. La mayoría de los casos eran bubónica, aunque algunos eran neumónica.