Ceri Jones es el nombre de una paciente de origen inglés de 22 años de edad, quien convencida de que tenía un absceso por una supuesta acumulación de pus, decidió acudir con el dentista para llevar a cabo el sencillo procedimiento para la erradicación de su malestar. El asunto fue que ni era un absceso y mucho menos era sencillo. Lo que tenía era un auténtico problema que podía poner en riesgo su vida.
Diagnóstico:
carcinoma adenoide quístico
La información dada a conocer por los medios de comunicación dejó ver que la paciente no tenía nada relacionado con lo que su raciocinio le hizo suponer, pues luego de una valoración exacta del cirujano dentista (quien la envío al hospital, para hacer una evaluación más profunda) se logró estructurar un diagnóstico oportuno.
La evaluación y los estudios de laboratorio confirmaron lo que los médicos ya tenían en mente, un diagnóstico de carcinoma adenoide quístico, un tumor que estaba localizado en las glándulas salivales.
Desafortunadamente, debido al avance de esta condición, la joven de 22 años no sólo perdió su ojo izquierdo, sino, además, los médicos cirujanos tuvieron que reemplazarle un sector de la mandíbula superior izquierda por una pieza de titanio.
Suposición:
arma letal contra el paciente clínico
Asimismo, de acuerdo con los especialistas, la cara de mujer tuvo que ser reconstruida debido al grado de avance que el cáncer había alcanzado en su organismo. Motivo por el que, además, le fueron removidos parte de los dientes y la mandíbula de maxilar izquierdo.
Paciente:
Todo comenzó en octubre, cuando empecé a tener fuertes dolores de cabeza. Fui al dentista porque pensé que el bulto era un absceso. No fue así […] Me sometí a una larga operación de 36 horas en abril en la que me extirparon el ojo izquierdo y me reemplazaron la mandíbula superior y la estructura facial del lado izquierdo por una de titanio.
Imagen: Bigstock