La contratación de personal, sin importar la profesión a la que te dediques es un proceso que requiere de un tacto y una sensibilidad muy importante. Ahora, si eres uno de los profesionales de la salud en camino al renombrado “emprendedurismo”, este momento en la colocación de tu consultorio requerirá de una mayor atención, ya que tu trabajo exige un desgaste diferente al de otras profesiones.
9 consejos para la contratación de personal
- Contrata a personas que crean en tu misión profesional. Hazte de aquellas personas que estén conscientes del lugar al que probablemente llegarán. Un sanatorio, con todo lo que ello implica.
- De acuerdo con el manual Topgrading, escrito por el empresario Bradford Smart, es necesario contratar a los mejores. Ya sea que se dediquen a la limpieza del inmueble, la persona a la que contrates debe ser la mejor haciendo eso. No desestimes cada posición; todas ellas requieren un tacto específico.
- Busca a una persona que demuestre un mayor rasgo de integridad, tanto en lo que piensa como en su desempeño. Si se pone en un balanza la experiencia y la integridad, decanta tu decisión en la integridad del capital humano.
- Las referencias de las personas son pieza fundamental. La actitud es importante, lo habilidad se adquiere y se domina, pero la información genética de la persona no cambia. Identifícala y toma una decisión.
- Además de tomar en cuenta el curriculum de la persona y los antecedentes técnicos a su favor, la actitud es determinante. No estás contratando únicamente lo que sabe hacer, sino lo que es.
- Que la persona que vas a contratar “encaje”, es lo más importante a la hora de adherir nuevo capital humano a tu consultorio. No puedes contratar a alguien que no vaya con el modelo de la práctica médica, apático o que demuestre desinterés con tu trabajo.
- Busca empleados con experiencia en servir; ellos tiene la capacidad de ofrecer respuestas rápidas, sin tanto rodeo y, sobre todo, efectivas.
- La actitud y la ética de trabajo son más importantes que un conjunto de habilidades técnicas. Casi todas esas destrezas pueden enseñarse, pero la personalidad de alguien y su comportamiento son difíciles de ajustar. Asegúrate de que se ajusten a tu equipo.
- Deja que el aplicante haga el 90 por ciento de la plática. Es increíble lo que te dirá, sólo tienes que escuchar.
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