Las condiciones socioculturales de la época en que vivimos, la transición epidemiológica con el aumento de las enfermedades crónicas, el reconocimiento explícito de la autonomía de las personas, diversas actitudes y conceptos sobre la muerte, situaciones variadas relacionadas con el uso de los recursos existentes o disponibles y las exigencias cotidianas del ejercicio de la medicina clínica, entre otras razones, hacen necesario y útil reflexionar sobre el tema del enfermo terminal.
Decisiones difíciles de tomar
Posiblemente tratar con pacientes en etapa terminal es una de las tareas más difíciles con las que te puedes enfrentar en tu vida diaria. Saber que hiciste todo lo médicamente posible puede darte un poco de ánimo, pero decidir cuáles serán los tratamientos que deberás emplear para que los últimos momentos de tu paciente sean reconfortantes es algo que debes consultar con los familiares.
En tanto, la literatura actual trata sobre los problemas de comunicación que surgen cuando se debaten tales decisiones con adultos competentes. Cuando el paciente es incapaz de tomar sus propias decisiones, el médico debe analizar los problemas de esa última etapa de la vida con los miembros de su familia. Los problemas legales, éticos, de comunicación, familiares y de decisiones son cada vez más complejos y difíciles de resolver.
De acuerdo con un estudio de la American Family Physician, en la actualidad, las decisiones médicas para los pacientes terminales provienen más del médico y los familiares que del propio enfermo.
En dicho estudio se destacan la cantidad de aparatos y tratamientos que ayudan a prolongar un poco más la vida de los pacientes en estado terminal:
- Máquinas de diálisis.
- Uso de sondas nasogástrica o de gastrosnomía.
- Sonda intravenosa para suministrar líquidos y alimentos.
- Máscara para suministrar oxígeno.
Sin embargo, señala el estudio, lo más importante es que los médicos sean capaces de proporcionar los mejores cuidados con la mejor calidad humana posible, por lo cual propone los siguientes puntos:
- Habla con tus pacientes sobre los tratamientos vitales que está recibiendo o los que debería emplear más adelante.
- Instruye a los familiares sobre los tratamientos y explícales por qué son benéficos.
- Si un tratamiento tiene efectos secundarios, detalla los problemas que podría provocar.
- Si la familia no está de acuerdo con algunos tratamientos, háblales sobre la importancia de la calidad de vida y sobre los cuidados vitales esenciales.
Estas pueden ser algunas decisiones difíciles de llevar a cabo, pero como sabes, tu principal labor es preservar la vida hasta donde sea posible con los cuidados médicos adecuados.