El panorama de los médicos rurales del Ejido Primero de Mayo, en el municipio de Escobedo, de Monclova, Coahuila, es totalmente desalentador. Con un salario de mil 500 pesos quincenales, los médicos de esta zona del norte del país viven una situación verdaderamente precaria. “No es que no queramos, no es que no sepamos, es que no podemos”, declaró Ricardo Guerrero, uno de los médicos que trabaja en un centro de salud rural, de la mencionada comunidad.
“Mi salario es de mil 500 pesos quincenales, por eso mis compañeros y yo estamos atados de manos, no podemos hacer mucho por los pacientes”, comentó el galeno, quien señaló que la carrera del médico rural en México está llena de insatisfacciones.
El trabajo que debemos hacer exige mucho y sin embargo, no contamos con el equipo necesario y las instalaciones adecuadas para realizarlo correctamente.
Ricardo Guerrero informó al periódico La Voz, que sus colegas reciben sueldos raquíticos. “La mayoría de los médicos no desea atender a los pacientes porque saben que ante la falta de suministros a la gente le puede pasar algo y la responsabilidad es para nosotros con el riesgo de perder la cédula profesional”.
La clínica de Salud del Ejido Primero de Mayo no sólo carece de medicamentos, tampoco cuenta con médicos que brinden atención las 24 horas del día. Además no hay ninguna ambulancia y no existen farmacias cercanas.
Si queremos una ambulancia, es necesario pedirla en Monclova y esto representa más de dos horas de trayecto. Si un paciente requiere atención médica urgente entonces tenemos un gran problema, pues la vida se define en un minuto.
Ricardo Guerrero detalló que debe pagar una renta mensual de 5 mil pesos, sin embargo, asegura que los médicos de la localidad no cuentan con el apoyo de las autoridades de la Secretaría de Salud.
Desde que llega un paciente tengo una gran responsabilidad con él. Y si le pasa algo, me pueden echar en cara que por qué no lo atendí correctamente. Finalmente la bronca legal será mía y llevo las de perder, por eso muchos médicos prefieren no atender a los pacientes. No podemos improvisar porque cualquier cosa que hagamos se registra en el expediente. Si el paciente fallece, las autoridades nos van a echar la culpa a nosotros, nos dirán que no hicimos lo adecuado. Podríamos perder la cédula profesional y sin ella no podemos ejercer la medicina en ningún lado.
Afortunadamente hice contactos y con frecuencia me invitan a que realice cirugías. A veces realizo 20 cirugías en un día y puedo ganar poco más de 10 mil pesos, dinero que utilizo para comprar un poco de medicamento y tener abastecida lo más que se pueda la clínica.
Imagen: La Voz