Un equipo multidisciplinario de investigadores en el área de la Neurología han desarrollado una tecnología que cuenta con la capacidad para mejorar la calidad de vida del paciente con Esclerosis Múltiple a través del diseño de un pequeño implante que puede servir como una alternativa menos invasiva, empleada durante el tratamiento médico.
Con esto en mente y derivado de la información materializada en un artículo publicado por la cadena de noticias española RTVE, se trata de un nanoimplante creado por científicos y especialistas del Centro Tecnológico de Cataluña Eurecat (CTC), de España, que resultaría benéfico para el paciente que sufre de esta enfermedad gracias a que reduciría considerablemente el uso de inyecciones en el tratamiento.
En este sentido, el estudio que trabaja de la mano con especialistas que se desempeñan en el Consorcio Optogenerapy cuenta con una amplia profundización en el conocimiento y uso sistemático de la terapia celular mediante la tecnología de electrónica impresa con materiales biocompatibles que permitirán administrar dosis de proteínas terapéuticas a pacientes con esclerosis múltiple.
Siguiendo esta línea discursiva, la doctora Esther Hurtós explicó que el desarrollo de esta nueva terapia que funcionará en la revolución de la atención médica del paciente, se articula a partir de la base científica configurada por los estudios hechos en la Escuela Federal Politécnica de Suiza, en la ciudad de Basilea, que versan sobre la liberación de principio activo del medicamento a través de una activación por medio de una luz LED infraroja, que estimula la producción de proteínas terapéuticas por parte de células modificadas genéticamente, presentes en el dispositivo.
Optogenerapy permitirá una terapia más eficiente y menos invasiva para los pacientes de esclerosis múltiple, ya que evitarán las inyecciones periódicas y mejorarán su calidad de vida gracias a una mejor eficiencia y una mejor adherencia a la medicación. Asimismo, la terapia optogenética reducirá los costes directos e indirectos del tratamiento para la esclerosis a medio plazo y evitará los gastos de no adherencia al tratamiento, que fueron de 255,4 millones de euros en 2015 en el conjunto de Europa.
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