Las agresiones hacia profesionales de la salud son cada vez más frecuentes, basta con ver el último reporte de la organización #YoSoyMédico17 (según el cual de 2013 a la fecha se han registrado 26 médicos asesinados, 2 desapariciones y 71 amenazas) para percatarse de dicha situación. Sin embargo, estos ataques no son únicamente perpetrados por el crimen organizado, sino incluso por los propios pacientes, razón por la cual es indispensable que el médico sepa reaccionar con inteligencia ante los conflictos que puedan ocurrir dentro de tu consultorio o clínica.
Para evitar que esta clase de conflictos con tus pacientes se presenten o escalen a niveles que pongan en riesgo tu integridad física, los siguientes consejos te darán la pauta para que sepas resolver estos inconvenientes de la mejor manera posible:
Escucha
- No sólo se trata de escuchar, sino de poner atención a los gestos y emociones que manifiesta tu paciente. Si se encuentra muy molesto porque el servicio que recibió no fue de su agrado, no lo interrumpas y después asegúrate de haber entendido su problema.
Olvida los prejuicios
- No discutas pensando que tu paciente está equivocado. Si la manera en que tu paciente se refiere al problema no te agrada, no pierdas objetividad y no permitas que los prejuicios afecten las respuestas que puedas ofrecerle.
Empatiza
- Intenta todo lo posible para que tu paciente se dé cuenta de que en realidad has comprendido su problema. Sólo basta ponerte en su lugar para que puedas entender mejor sus sentimientos o puntos de vista.
Reconoce tus errores
- Si el problema realmente se debió a un error tuyo, acéptalo y ofrece disculpas a tu paciente con sinceridad, lo que facilitará la búsqueda de una solución.
Resuelve el problema con rapidez
- Si resolver el problema depende únicamente de ti, procura actuar con rapidez para hallar una solución.