Por mucho tiempo se ha mantenido la idea de que tomar una copa de vino al día previene contra el infarto y otros riesgos cardiovasculares. Sin embargo, un nuevo estudio desmintió lo anterior al asegurar que el consumo moderado de estas bebidas no impediría el riesgo de padecer esta clase de padecimientos.
El estudio publicado en Journal of Studies on Alcohol and Drugs, señala que en los últimos años diferentes investigaciones han mencionado que los adultos que toman con moderación tienen un índice más bajo de enfermedades del corazón que los no bebedores, lo cual ha extendido la idea de que las bebidas alcohólicas en mínimas cantidades son buenas para la salud cardiovascular.
Los investigadores de la Universidad de Victoria, en Canadá, autores del estudio, mencionaron que una revisión de 45 estudios previos puede echar por tierra la premisa anterior.
Un aspecto clave es que los que en ellos aparecen como “no bebedores”, pueden ser personas que dejaron las bebidas alcohólicas por motivos de salud hace mucho tiempo y que los adultos que están sanos, tienden a seguir disfrutando de su copa de vino en las comidas”, dijo Tim Stockwell, autor principal.
El experto mencionó que las personas adultas suelen dejar de beber a medida que envejecen, principalmente si padecen alguna enfermedad. “Pero los que se pueden permitir seguir bebiendo con moderación en la vejez es porque gozan de buena salud. Es decir, no padecen enfermedades graves y por tanto no tienen necesidad de consumir medicamentos incompatibles con el alcohol”, dijo.
Stockwell y su equipo de trabajo observaron que el índice de mortalidad por enfermedades cardiacas entre las personas que beben alcohol con moderación (dos copas de alcohol al día), era efectivamente más bajo que el de los adultos que sobrepasan esa cantidad. No obstante, esto no ocurría cuando se trataba de bebedores relativamente jóvenes (55 años o menos), en los que las consecuencias de su hábito podía manifestarse a edades más avanzadas, cuando suelen aparecer los infartos u otros padecimientos cardíacos.
No observamos ningún beneficio para la salud por tomar moderadamente. Esto podría sugerir que los abstemios suelen gozar de peor salud que los bebedores moderados, pero no porque nunca hayan bebido. Es al contrario: es su mala salud la que les hace dejar de beber.
El experto declaró que hasta el momento no pueden demostrar esta hipótesis, sin embargo, “hay razones para ser escéptico sobre la creencia de que beber con moderación es bueno para la salud”.