A pesar de que existen diversas enfermedades mortales que ponen en riesgo la vida de los adolescente, también existen otras tantas que pueden prevenirse fácilmente para evitar los desenlaces fatales. Por ello es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que al año mueren alrededor de 1.2 millones de personas de entre 10 y 19 años en todo el mundo por causas que se pudieron prevenir.
De forma más desglosada, a través de un boletín, la OMS expuso que, en promedio, tres mil menores de edad fallecen al día en países de bajos ingresos, en su mayoría ubicados en África y el sureste de Asia.
La mayoría de estas muertes pueden prevenirse con servicios de salud, educación y apoyo social. Pero en muchos casos, adolescentes que sufren de trastornos de salud mental, abuso de sustancias o mala nutrición no pueden obtener servicios de prevención y atención porque los servicios no existen o porque no saben de ellos.
En ese mismo sentido, otros factores prevenibles como sedentarismo, mala alimentación y ausencia de educación sexual son consideradas como las principales causas de muerte entre los adolescentes de las citadas zonas geográficas.
Por otra parte, la OMS también menciona que en 2015 la principal causa de muerte entre los adolescentes fue traumatismo provocado por accidentes viales, con alrededor de 115 mil fallecidos, la mayoría de ellos entre peatones, ciclistas y motociclistas.
Específicamente en las zonas de bajos ingresos de África, la principal causa de muertes prevenibles entre adolescentes fueron las infecciones respiratorias, la meningitis y las enfermedades diarreicas, todas ellas fácilmente tratables en otros países del mundo.
Como recomendación, el máximo organismo de salud invitó a los gobiernos de los países a promover programas de educación sexual en las escuelas, además de fomentar una alimentación balanceada y estilos de vida saludables entre la población, en especial en los más jóvenes.