Esta semana la diputada panista, Claudia Sanchez Juárez, presentó ante la Comisión Permanente una iniciativa que pretendía reformar la Ley General de Salud, en materia de tatuajes.
La funcionaria argumentó que los tatuajes contribuyen “al deterioro de los valores de la sociedad, por lo que es inconcebible que haya niños y jóvenes que tengan el gusto y padecimiento de exhibir tatuajes, a pesar de las consecuencias sociales, familiares, educativas, culturales y psicológicas que eso conlleva”.
Po tal razón, legisladores del PAN plantearon modificar la fracción 25 del artículo 3 de la Ley General de Salud, para que se apliquen sanciones administrativas y económicas a quienes introduzcan, adhieran o adjunten tatuajes promocionales a los productos de consumo humano.
Los jóvenes son presa fácil del consumo de productos que los motivan a colocarse, aunque sea de manera temporal, imágenes en diferentes partes de su cuerpo, lo que distorsiona su conducta respecto al cuidado, respeto y aprecio por su aspecto físico.
Sin embargo, dicha iniciativa al parecer no procederá, ya que el presidente de la Comisión de Salud, el también panista, Elías Octavio Iñiguez Mejía, de última hora pidió a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, retirar el documento de su partido que buscaba “prevenir que los niños u jóvenes incurran en prácticas como tatuarse”.
Al respecto, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha mencionado que el uso de tatuajes no debe ser motivo para ser discriminado, o para quitarle a una persona la oportunidad de obtener un empleo.