De manera tradicional se piensa que la única función de los médicos es atender la enfermedad por la cual llegan los pacientes al consultorio. La realidad es bastante distinta porque existen muchas tareas que pueden realizar. Para empezar, los profesionales de la salud son de las personas mejor vistas por la sociedad. El hecho de enfocarse en la atención a los demás provoca que sean de los mejor valorados por el resto de la población. Esa misma reputación la puedes utilizar de distintas maneras dentro de tu entorno.
Ahora bien, no es necesario repetir que ahora mismo se vive la mayor pandemia del último siglo. La situación se encuentra en peligro constante aunque gracias al avance de la tecnología ya se cuenta con algunas vacunas contra la Covid-19. Es una grata noticia aunque no significa que ya sea el final del problema. Todavía falta mucho por hacer para alcanzar un retorno a las actividades cotidianas.
Combatir la desinformación sobre las vacunas
En ese sentido, un aspecto que ha comenzado a causar preocupación es que no todas las personas están dispuestas a vacunarse. En algunos casos es por miedo a las inyecciones y en otros simplemente por desconfianza a los biológicos que se han desarrollado. Es un tema bastante serio porque desde hace años ha propiciado un fenómeno que se ha extendido por el mundo.
Desde hace al menos dos décadas han surgido los llamados grupos antivacunas. Tienen mayor presencia en Europa y Estados Unidos aunque han logrado extenderse a otros puntos del planeta. Se caracterizan porque, sin un sustento científico, se niegan a ser vacunados tanto ellos como sus hijos.
Como consecuencia de esta acción es que algunas enfermedades que ya habían sido erradicadas o estaban a punto de serlo han regresado. Una de ella es el sarampión que ahora vive un nuevo auge después de haber disminuido hasta niveles históricos.
Para evitar que una situación similar ocurra con la Covid-19 se requiere de tu cooperación. Algunos aspectos mínimos son suficientes para lograr un cambio en tus pacientes y motivarlos para que se vacunen.
Una breve plática genera grandes cambios
Lo primero que puedes hacer es informar de manera clara y comprensible. Una plática amena en la que transmitas todo lo que una persona requiere sobre la vacuna es suficiente. De hecho, no es necesario que te centres en la Covid-19 porque existen distintos tipos de inmunización. Habla de forma clara y menciona que todas son necesarias para evitar complicaciones en las personas.
Toma en cuenta que el lenguaje que utilices es indispensable. Para evitar confusiones en los pacientes evita cualquier tipo de tecnicismo porque no lo van a comprender. Nunca olvides que ellos no son profesionales de la salud como tú.
Al hacerlo, recuerda hacer hincapié en que la persona que recibe no es la única beneficiada sino todo su entorno. Por lo mismo, una acción funciona para mantener a salvo a varios individuos a la vez.
Hospitales seguros y listos para vacunar
Otro aspecto a considerar es que hoy existe una gran cantidad de personas que temen acercarse a los hospitales. Afirman que son lugares peligrosos porque a diario reciben a enfermos y por lo mismo podrían infectarse. Al respecto, es conveniente que tú desmientas este tipo de pensamientos. Menciona que son seguros y en cada uno se siguen estrictos protocolos de limpieza para proteger tanto al personal médico como a los visitantes.
Finalmente, la mejor forma de transmitir seguridad es mediante el ejemplo. Ahora mismo los médicos tienen la prioridad de recibir la vacuna primero. Aprovecha y acude a protegerte. Si les muestras a tus pacientes que ya estás inmunizado de inmediato van a ver que no hay nada que temer y eso los va a motivar para replicar tu acción.
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