Muchas investigaciones han señalado que los pacientes que adquieren infecciones durante su estancia hospitalaria, deben permanecer más tiempo en una unidad de cuidados intensivos, lo que ocasiona el incremento de los costos de salud. Por si fuera poco, estos pacientes tienen un mayor riesgo de reingreso hospitalario o muerte.
En un intento por reducir el número de muertes derivadas de infecciones hospitalarias, autoridades del sector salud en Estados Unidos optaron por cambiar los gorros de cirujano tradicionales por los gorros de bouffant a mediados del mes de febrero de 2016. Sin embargo, una investigación realizada por la Universidad de Oxford comparó los dos tipos de gorros quirúrgicos entre sí, para observar las posibles diferencias o desventajas.
Los investigadores obtuvieron los datos de infección de reportes de infección hospitalaria de enero de 2014 a marzo de 2016. Los autores del estudio obtuvieron un total de poco menos de 15 mil procedimientos quirúrgicos 134 meses antes y 13 meses después de que las gorras quirúrgicas fueron prohibidas en un solo sitio con 25 quirófanos.
Los expertos clasificaron los datos en grupos no-bouffant y bouffant. Finalmente los resultados no encontraron estadísticas de riesgo de infección (ni mayor ni menor) cuando los médicos cirujanos usan una gorra de bouffant o una gorra tradicional.
Al menos es nuestra investigación descubrimos que la eliminación de la gorra de cirujano tradicional no incrementó las cantidades de infección hospitalaria, por lo tanto, su prohibición no debe ser obligatoria.