Investigadores de la Universidad de Sidney y del Instituto Centenario de Australia encontraron que el consumo de bebidas energéticas podría detonar trastornos cardiacos de origen genético como el síndrome QT largo, una anomalía en el sistema de conducción del corazón.
Los especialistas han advertido que la ingesta de estas bebidas podría provocar eventos cardiacos graves, como paro cardiaco, lo que representa importante problema para aquellas personas que ignoran que tienen tal condición.
Pese a que el síndrome QT largo se presenta en una de cada 2 mil personas, suele provocar latidos cardiacos rápidos y arritmias capaces de ocasionar muerte súbita, de modo que el consumo de bebidas energéticas llega a poner en riesgo la vida.
Los efectos hemodinámicos de tales sustancias ya habían sido evaluados en estudios previos observándose que elevan la presión arterial en adultos jóvenes sanos, aunque sin modificar la frecuencia cardiaca, no obstante, el presente trabajo es el primero diseñado para probar sus posibles efectos en individuos con la patología mencionada.
Aunque en la actualidad el consumo de bebidas energéticas es bajo en comparación, por ejemplo, con el de refrescos, como lo muestra una gráfica de Statista con información de Estados Unidos de 2015, al representar apenas el 1 por ciento frente al 20.3 por ciento de la ingesta de bebidas, los autores de la investigación se han mostrado preocupados por el auge de marcas como Red Bull y Monster, las cuales son ingerida por millones de personas y cuyos efectos podrían ser peligrosos.
El principal investigador en este estudio, Christopher Semsarian, ha hecho hincapié en que “hay algunos pacientes que pueden tener un riesgo muy alto, pedimos precaución a la hora de consumir estas bebidas”.
Los resultados fueron dados a conocer por el International Journal of Cardiology.
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