Para tener un establecimiento de salud que sobresalga frente a la competencia hay que cuidar hasta el último detalle, lo que implica ocuparnos de darle una personalidad que se refleje en la proyección de la marca profesional.
A diferencia de lugares donde no se reciben pacientes, los consultorio médicos, hospitales y clínicas demandan ser espacios que además de prácticos resulten atractivos y acogedores a fin de hacer la estancia de las personas lo más amena posible considerando que atraviesan por un momento difícil, como lo es la pérdida de la salud, de tal forma que este aspecto también sume a la estrategia de marketing del establecimiento de salud.
Aunque la ambientación depende de los usuarios a que se dirija (niños, adultos, personas de la tercera edad, hombre o mujeres), de forma general hay que cuidar los siguientes aspectos:
1. Fachada con marketing profesional
El frente del establecimiento es el primer contacto con los pacientes y los posible usuarios del servicio médico, así que resulta básico que desde el primer momento perciban el profesionalismo del galeno y de su empresa de salud, por ello, lo idóneo sería no sólo cumplir con los requisitos marcados por la ley (como mostrar el horario de servicio y el título del facultativo en caso de tratarse de un consultorio), sino también agregar el logo y colores institucionales.
2. Cuidar el color de la marca médica
Usar un color o dos es suficiente para identificar la marca profesional y dar un tema que pueda trabajarse en cortinas, paredes, mobiliario e, incluso, indumentaria del personal sanitario.
Si el establecimiento de salud es pequeño se recomienda el uso del blanco para los muros e implementar la paleta de tonos institucionales en todo los otros recursos, como estantería, telas (cortinas, tapiz de muebles, toallas de baño) y marcos.
3. Tener concordancia en el mobiliario
Los muebles elegidos para el consultorio médico, clínica u hospital deben coincidir con su personalidad, de tal forma que si éste tiene apariencia moderna o minimalista jamás se aconsejará, por ejemplo, mobiliario rústico.
Si bien lo principal es buscar la practicidad, el médico emprendedor también debe cuidar la estética y tratar de ser original para crear un espacio agradable para el paciente, algo que lo haga, al menos por un momento, sobrellevar su enfermedad, sin olvidarse de conservar en todo momento una imagen profesional.
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