En Minnesota, Estados Unidos, un brote de sarampión tiene preocupadas a las autoridades sanitarias, quienes están trabajando para contener el virus, no obstante, esperan que el número de casos aumente en las próximas semanas.
Hasta ahora, se cuenta a 34 niños afectados, sobre todo al interior de la comunidad somalí -estadounidense, ya que muchos padres se han negado a aplicar la vacuna triple viral contra sarampión, rubéola y parotiditis (SRP) a sus hijos por temor a que ocasione autismo.
Este es el brote más grande en el estado desde el año de 1990 cuando hubo 460 personas contagiadas, de las cuales tres fallecieron.
Hasta ahora 11 niños han sido hospitalizados y en su mayoría se trata de menores que no habían sido inmunizados contra la enfermedad.
Kris Ehresmann, director de enfermedades infecciosas del Departamento de Salud estatal, explicó que se desconoce el origen del reciente brote, sin embargo, debido a que el sarampión fue declarado como erradicado de EE. UU. en el año 2000, este tipo de casos son habitualmente ocasionados por viajeros que se infectan en el extranjero.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han detallado que otros nueve estados han reportado casos de sarampión durante este año, pero ningún brote ha sido de la magnitud del de Minnesota.
Cabe acotar que, de acuerdo con una gráfica de Statista con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2013, África es la región en la que menos se vacuna a los infantes de 12 meses contra el sarampión, pues ese año apenas el 74 por ciento recibió inmunización, mientras que en el Pacífico Occidental, la zona con mejor índice, se alcanzó al 97 pro ciento, mientras que Europa, América, y el Mediterráneo Oriental y el Sudeste Asiático llegaron al 95, 92, 78 por ciento, respectivamente, lo que pone de manifiesto la necesidad de extender el acceso a la vacunación y reducir la resistencia de los grupos antivacunas para hacer crecer el llamado efecto de “protección de rebaño”.