La mutilación genital femenina se mantiene como una práctica sumamente común en muchas regiones de África, mas no en los Estados Unidos, donde dos médicos y una asistente médico se enfrentan a juicio en Detroit, Michigan por el primer caso federal de mutilación genital femenina del que se tiene registro en la Unión Americana.
De acuerdo con la CNN las acusaciones en contra de los médicos Jumana Nagarwala y Fakhruddin Attar, así como la esposa de este último, Farida Attar, datan de octubre del año pasado, cuando el Bureau Federal de Investigación (FBI) fue alertado por una fuente anónima sobre la realización del procedimiento en la clínica de los Attar, Clínica Médica Burhani, la cual se ubica en Livonia, Michigan.
Según se detalla, los investigadores encargados del caso, en la fecha en cuestión vieron ingresar en la citada clínica a un par de niñas de 7 años en compañía de sus madres, quienes se habrían desplazado desde Minnesota para llevar a cabo el procedimiento quirúrgico; mismo que fue confirmado por los investigadores a través de entrevistas y exámenes médicos llevados a cabo en las menores.
Los cargos a los cuales se enfrentan los tres médicos son: un cargo por conspiración para llevar a cabo la mutilación genital femenina, dos cargos de mutilación genital femenina y un cargo por obstrucción a la justicia. Adicionalmente Nagarwala y Fakhruddin Attar enfrentan un cargo más por conspiración para transportar a un menor de edad con intenciones de actividad sexual criminal.
La mutilación genital femenina tiene serias implicaciones para la salud y bienestar de niñas y mujeres. Esta brutal práctica es llevada a cabo por una sola razón, ejercer control sobre las mujeres. La mutilación genital femenina no será tolerada en los Estados Unidos”, indicó Daniel Lemisch, el fiscal encargado del caso.
Según los acusados, quienes se han declarado inocentes de todos los cargos, el citado procedimiento nunca fue ni ha sido efectuado en las instalaciones de la clínica de Attar, hecho que los fiscales deberán probar en los próximos meses.
Sin lugar a dudas un hecho barbárico que, de ser comprobado, requerirá de una sanción ejemplar para los médicos encargados de llevar a cabo tal procedimiento.