La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés) ha querido recordar a médicos y autoridades educativas que los adolescentes entre los 13 y 18 años de edad deben dormir de 8 a 10 horas cada noche para tener salud óptima.
Ante el próximo inicio de clases, las declaraciones de la AASM en voz del especialista Nathaniel Watson toman especial relevancia, ya que en un correo enviado a la agencia de noticias Reuters Health destaca que “la biología y los horarios de inicio de la escuela pueden compartir la culpa por la pérdida de sueño adolescente” afectando su salud.
Recordó que “un cambio natural en la sincronización del reloj interno ‘circadiano’ del cuerpo ocurre durante la pubertad, y como resultado, la mayoría de los adolescentes tienen una preferencia biológica para una hora de acostarse tarde-noche”.
No obstante, dormir poco en esta etapa de la vida se asocia no sólo con pobre rendimiento escolar, sino con afectaciones físicas y mentales, como:
- Obesidad.
- Disfunción metabólica.
- Enfermedades cardiacas.
- Síntomas depresivos.
- Ideas suicidas.
- Conductas riesgosas.
- Lesiones atléticas.
La Academia Americana de Medicina del Sueño agrega que una pobre calidad de descanso eleva el riesgo de involucrarse en accidentes automovilísticos, los cuales son una de las principales causas de muerte en la población joven.
Al respecto, la AASM destaca que estudios previos apuntan a que retrasar los tiempos de inicio de las jornadas escolares redunda en periodos de sueño más largos, menos somnolencia diurna, más participación en las actividades escolares, menos ausencias y llegadas tardías, así como menos síntomas de depresión y ansiedad, por tanto, opinan, lo ideal sería que las clases en nivel medio y medio superior iniciaran a partir de las 8:30 horas.
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