Un equipo de historiadores de la Universidad de Berba (UNIBE), dieron a conocer que como parte de un estudio que recopiló la información de las principales empresas farmacéuticas en la localidad, dentro de un periodo comprendido entre la segunda mitad del Siglo XX hasta los primeros años de la década de los 70, mil personas fueron atendidas con medicamentos sin licencia para tratar sus patologías neurológicas.
Con este hilo conductor y derivado de la información depositada en un artículo publicado por el medio internacional Diario Las Américas, el equipo de investigadores determinó que muchas de las medicinas que fueron administradas a la población en la ciudad nunca fueron comercializadas por sus efectos secundarios, principalmente.
En este sentido, el diseño metodológico de la investigación se compuso por la examinación de los diferentes casos atendidos por la clínica psiquiátrica de la Universidad de Basilea, una ciudad conocida como centro de la industria farmacéutica suiza, en un espacio temporal ubicable entre los años de 1950 y 1970, donde se probaron al menos 60 sustancias médicas en estos pacientes.
Al respecto, los investigadores señalaron que la relación entre la clínica y la industria farmacológica se puede entender como un intercambio simbiótico, ya que mientras la clínica recibía periódicamente insumos farmacológicos gratuitos, que aumentaban sus opciones para el tratamiento de sus pacientes, esta condición proporcionaba a la industria farmacéutica resultados de las pruebas que les permitiría obtener las licencias y comercializar sus productos.
Aunque algunos pacientes o sus familias eran conscientes de que estaban participando en tests, otros no lo sabían o eran incluso obligados a probar los medicamentos en contra de su voluntad.
El grupo de historiadores reunieron los historiales clínicos de 330 pacientes, pero no pudieron acceder a los archivos de las compañías farmacéuticas, la cual, de acuerdo con datos del 2014, es uno de los consorcios más fructiferos, ya que, tan sólo en Europa, el ingreso anual calculado para la industria farmacológica asciende a los 243 mil millones de dólares.
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