Lograr el éxito es asunto de constancia y mucho esfuerzo para cumplir cada una de las metas establecidas, pero a veces lo perdemos de vista y esto causa que la energía se gaste en asuntos que sólo sirven como distracciones.
Mantener la carrera para alcanzar la satisfacción profesional del médico emprendedor implica, necesariamente, no postergar el trabajo para alcanzar objetivos, sean grandes o pequeños, sin embargo, para hacerlo son indispensables tres habilidades:
1. Conservar el enfoque
Para adueñarse de este concepto, el médico debe preguntarse qué frase quiere que resuma su vida. La intención de este ejercicio es dejar claras las metas que persigue, pues en caso contrario cualquier propuesta laborar o de negocio podría distraerlo de lo que realmente persigue. Pensemos por ejemplo en que el objetivo es dar 10 pasos, pero si se dan en la dirección equivocad esto sería un grave retroceso en lugar de un avance.
2. Mostrar entusiasmo
Aunque el médico emprendedor tenga todas las aptitudes intelectuales y económicas para lograr sus metas, el entusiasmo se hace necesario para avanzar. A modo de ejemplo, imaginemos un automóvil nuevo y de lujo al que la falta de gasolina lo hace mantenerse estacionado, por ello, siempre que se desee realizar un trabajo, cualquiera que sea, debe haber energía y pasión, para llegar lo más lejos posible.
3. Tener disciplina
Estudiar medicina obliga a cultivar la más estricta disciplina en la preparación intelectual, la cual debe hacerse extensiva a todos los ámbitos profesionales.
En el caso del médico emprendedor surgirán momentos en que las necesidad administrativas, de comunicación y técnicas, entre otras, del establecimiento de salud se mezclarán, así pues, aunque haya cosas que parezcan insignificantes, como cambiar un foco, habría que establecer sistemas que permitan atender a cada una de estas necesidades en el momento oportuno.
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