La Agencia de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una carta de advertencia a Abbott Laboratories mencionando defectos de fabricación en una gama de dispositivos cardiovasculares adquiridos por la compra de St. Jude Medical en enero pasado por 25 mil millones de dólares.
La misiva fechada el 12 de abril ocasionó que las acciones de la farmacéutica bajaran dos por ciento.
La investigación de la FDA reveló que las baterías de litio de desfibriladores cardioversores implantables y desfibriladores de terapia de resincronización cardiaca estaban drenando prematuramente y que el fabricante había “subestimado la ocurrencia de la situación peligrosa”, asimismo, habría guardado información sobre al menos un fallecimiento asociado a esta causa.
A través de un comunicado, Abbott señaló que tiene un gran compromiso “con la seguridad y calidad del producto”. De igual forma, aclaró que la inspección de la FDA se llevó a cabo en febrero y ellos respondieron el 13 de marzo describiendo las acciones correctivas que se estaban tomando.
Al respecto, el regulador estadounidense precisó que habían mencionado fechas de implementación, sin embargo, no se proporcionó evidencia de que se hubieran llevado a cabo.
Analistas opinan que esta situación puede retrasar la aprobación de nuevos dispositivos de Abbot y St. Jude Medical para una máquina de resonancia magnética que esperan ver aprobados a finales de este año y, además, sus rivales, Medtronic Plc y Boston Scientific Corp, quienes tienen productos similares, podrían verse beneficiados con su tropiezo.
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